José Ares de Blas, «Pepe», el herrero de Valdespino de Somoza

José Ares de Blas el herrero de Valdespino. Foto de Peio García

Una fragua, una vida

A tres kilómetros de Val de San Lorenzo, hacia Santiago Millas, en Valdespino de Somoza está la fragua de José Ares, un herrero que su físico recrea a la perfección cual ha sido su vocación en esta vida. «De los 15 a los 18 años estuve aprendiendo el oficio», comenta, y su mujer bromea con que «tiene 87 años, así que lleva en la fragua toda una vida». Por eso al llegar allí lo primero que se le ocurre a cualquier visitante es pedirle a Pepe el herrero, como le conocen sus paisanos, que te haga una navaja de las suyas. En esta herrería no hay más electricidad que la necesaria, una pequeña bombilla, llena de polvo que ilumina a medias esta escena que bien podría sacarse del siglo pasado. El enorme fuelle accionado a mano, el horno de carbón donde se calienta el metal, un yunque negro machacado durante decenios, y todo ello entre unas paredes llenas de carbonilla y sudor inmemorial y oscurecidas por las décadas que parecen amortiguar el constante tañido del martillo. Parece que se quisiera guardar en la pequeña estancia hasta los mismos sonidos de la fragua.

Los marcos de la ventana de color azul mantienen la vida de esta herrería, que conserva en sus paredes multitud de herramientas y una curiosa piedra de afilar movida por el pie. Cuando le pedimos a José Ares que nos haga una navaja no duda en colocarse su delantal, encender la fragua, concentrarse en el trabajo y a golpe de martillo va modelando el metal. «No puede fallar el sello de Valdespino», bromea. Con un martillo en el metal caliente graba el nombre de su pueblo del que tan orgullosos se siente.

«Cuando yo muera ya nadie hará navajas tan buenas como éstas», asegura José Ares y bromea diciendo que sabe de fragua más que un ingeniero. «De pequeño aprendí a hacer tijeras, navajas, pomos para las puertas, bisagras, pica puertas, herraduras….» y así hasta una enumeración inmensa que sigue amenizando a golpe de martillo.

«Este oficio no tiene horas, es una vocación, todo sacrificio que se hace con gusto pierde su parte negativa», concluye. Sin duda, un ejemplo de esfuerzo y trabajo que a sus 87 años aún responde con un gesto agradable si de encender la fragua se trata.

Diario de León. 28/08/2011

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5 respuestas a José Ares de Blas, «Pepe», el herrero de Valdespino de Somoza

  1. R.Chao dijo:

    Tengo la suerte de conocerle, y es un encanto de paisano. Además, todavía suelta muchas palabrinas en leonés, y sabe mucho de la toponimia tradicional de toda la comarca. Este hombre es una institución.

    • David A. Fdez. dijo:

      Un mensaje de Pablo Alonso desde el blog en facebook:
      «Conocido como el Teine, porque hizo la mili en Canarias y llamaba a la majestuosa cima Teine en vez de Teide. Así quedo la herrería del Teine en la memoria de Valdespino»

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